Jáchal no se toca

Asamblea Jáchal no se toca

LA CORTE DECLARÓ LA CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DE GLACIARES

Por fin, después de varios años de espera, después de varios derrames de cianuro y mercurio en la mina Veladero, después de una bicicleteada de 1.400 kilómetros en defensa de la Ley de Glaciares, después de un inventario recontra incompleto que realizó el IANIGLA en donde se concretó la desaparición forzada de los glaciares menores de una hectárea,…, después de todo eso, la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina declaró, el 4 de Junio de 2019, la constitucionalidad completa de esa Ley

Por eso desde la asamblea Jáchal No Se Toca decimos que cuando alguien grita "esto no se toca", no está haciendo otra cosa más que advertir que hay un límite, y que se llegó a ese límite. El límite donde se juega la continuidad de algo o la existencia de un todo. Cuando se grita "esto no se toca" es para protegerlo de algo, por instinto de supervivencia.
Así salimos gritando cuando quisieron volar La Ciénaga para llevarse el uranio, les dijimos No se Toca...y no se toca, ni se tocará.
Así salimos a gritar cuando ocurrieron los derrames de cianuro y mercurio de Veladero en nuestro río, diciendo basta, ya basta, Jáchal No Se Toca, Nunca Más.
Así estamos resistiendo a los estratégicos, perversos y siniestros planes para explotar nuestra área sagrada de Huachi. Nuestra última fuente de agua pura. Y no pasarán, porque Huachi No Se Toca.
Y así salimos gritando que La Ley de Glaciares No Se Toca, porque LOS GLACIARES DE TODOS NO SE TOCAN.
Y salimos por las rutas en bicicleta, o caminando, y sostenemos una carpa, y hacemos pegatinas, informamos, reclamamos, resistimos desde hace años….
Porque no es una cuestión de gritar solamente, se dicen verdades, se asume la lucha, se pone el cuerpo, se resiste. Se demuestra que no se puede comprar lo que no está en venta. Y se mira de frente al monstruo de mil caras (y muchas más garras) diciéndole "acá estamos por la vida, no tenemos nada que perder".
La ley de glaciares no se toca, porque las leyes del pueblo no se tocan, y si alguien pretende mancillar una ley popular, el pueblo gritara su verdad y su derecho en las calles hasta que se haga justicia, eso, justicia. Justicia para los pueblos, más allá, mucho más allá de los intereses de las corporaciones criminales y sus ejércitos de cipayos y yanaconas.
Los que gritamos por el territorio nos reconocemos parte del territorio, parte de la Pacha, de la Mapu, territorio vivo.
Somos agua que camina, con la alegría de ríos y arroyos, con la serenidad profunda de los lagos, y con la fuerza del glaciar...el glaciar que no se toca.