Jáchal no se toca

Asamblea Jáchal no se toca

Alberto Fernández, la antítesis de San Martín

Un 17 de agosto nos dejó uno de los más prolíficos ciudadanos nacidos en estas tierras. Prolífico por sus logros junto a miles y miles de ciudadanos que creyeron en él y en la causa libertadora que él propuso para toda Sudamérica.

Prolífico por los lazos que generó, a través del respeto, con los Pueblos originarios, a los cuales les consultó para poder pasar por sus territorios en la gesta libertadora. Prolífico por cumplir su palabra de otorgarles la libertad a los esclavos que todavía quedaban en el Río de La Plata, que luego de conseguir su libertad decidieron seguirlo para liberar la tierra en donde vivían. Prolífico por no tratar de formar imperios, sino por organizar Pueblos libres. Prolífico por no disputar el poder con otros líderes latinoamericanos, sino cediendo honores para lograr expulsar al ejército imperialista. Prolífico por guiarse con la moral y buenas costumbres, ya que todavía no había una Constitución Nacional que rigiera los destinos de nuestra Patria. Prolífico por haber dado el ejemplo al cruzar los Andes con su ejército libertador en las mismas condiciones que todos sus soldados, sin privilegios ni engaños. Por ello, ese prolífico hombre tuvo autoridad moral para pedirles tales sacrificios, y los hombres y mujeres de esa época hicieron esos sacrificios en busca de un bien común para nuestra Patria.

Cuán lejos están los líderes actuales, que no cumplen su palabra y, peor aún, que no cumplen la ley que ellos mismos dictan. No se dan cuenta del daño irreparable que le hacen a nuestra república. Al hacer que la ley la cumplan únicamente los débiles, están rompiendo el contrato necesario para vivir en sociedad. Y están dañando incalculablemente a esa Patria que dicen servir.

Si la megaminera canadiense Barrick Gold y su socia china Shandong Gold siguen incumpliendo la ley de glaciares, inclusive siguen incumpliendo el código de minería, es gracias a que el gobernador Sergio Mauricio Uñac y el Presidente Alberto Fernández hacen la vista gorda para que los poderosos estén exceptuados de cumplir las leyes argentinas. Esto está más que probado porque no hay ningún CEO de Barrick Gold condenado por la contaminación provocada por la Mina Veladero en la cuenca del Río Jáchal. Esa “vista gorda” no la deben hacer gratis. Basta con indagar los comienzos de la cuarentena, cuando la megaminería tendría que haber paralizado sus actividades igual que lo hicimos millones de argentinos. Ni siquiera cumplieron diez días de cuarentena, porque nunca dejaron de extraer minerales. Es más, los habilitaron en forma exprés el 30 de marzo de 2020, cuando la declararon como una actividad esencial sin serlo. Pero muchas otras actividades estuvieron prohibidas durante dos meses o más, como la industria del vidrio. ¿Qué tiene de esencial la megaminería? ¿Cuál fue el criterio utilizado por el Presidente Fernández para declarar la actividad megaminera como actividad esencial y dejar la industria del vidrio, como tantas otras, como actividades no esenciales durante tanto tiempo? ¿Será que las empresas megamineras canadienses y chinas ni dudaron en pagar coima para declarar esencial a la megaminería? ¿El criterio fue la inmoralidad? Alguien debería de investigarlo, ya que es muy grosera la falta de criterio.

Parece que Alberto Fernández utilizó la cuarentena para hacer grandes negociados, sin pensar en las miles de PyMes que tuvieron que cerrar en forma definitiva por no poder soportar los costos fijos. Eso fue terriblemente inmoral, porque Fernández nunca nos explicó cómo es que algunas actividades ponen en riesgo la salud pública y otras no, siendo que los trabajadores mineros viven durante 14 días en un campamento donde trabajan, comen y duermen todos juntos. La declaración de actividad esencial no fue para impedir que los trabajadores mineros dejen de cobrar sus sueldos, porque Veladero podía pagar la totalidad de los sueldos durante 30 meses sin tener quebrantos. Muy distinto a la mayoría de las empresas argentinas. Lo que irrita es que la ley se acomode a los poderosos y no sea pareja para todos.

Lo que irrita mucho más es que el Presidente Alberto Fernández hizo una fiesta clandestina que, además de inmoral, es obviamente ilegal. Nos muestra que la ley es para que la cumplan los débiles, para los que no tienen poder político o económico. Esta actitud promueve la anarquía, genera que nadie cumpla la Constitución ni la ley. No tiene respeto por sus conciudadanos. No tiene autoridad moral para pedirle al Pueblo Argentino más sacrificios. En contraposición a San Martín, es uno de los ciudadanos más infructuosos que ha dado esta tierra.

Estamos seguros que no va a hacer cumplir la ley a las megamineras, por eso, si le queda algo de dignidad, renuncie Presidente Fernández. No lastime más al Pueblo Argentino. No sea el promotor de la anarquía.

Asamblea Jáchal No Se Toca. 17 de agosto de 2021