Jáchal no se toca

Asamblea Jáchal no se toca

Derrame de 15 mil litros de cianuro

Hace dos años, en tiempos en que los jachalleros habíamos empezado a darnos cuenta de que el tan promocionado bienestar que generaría la megaminería era una mega mentira, ocurrió lo que siempre nos dijeron que no ocurriría. Lo recordamos.
Hace exactamente dos años, los jachalleros recibíamos en nuestros celulares un mensaje que hablaba de Veladero, de derrame, de cianuro en el río, de 15 mil litros. Lo recordamos.

Salimos a la calle y nadie nos dio una explicación, nadie dio la cara, solo la Asamblea Jáchal No Se Toca, que se había formado unos meses antes para oponerse a la explotación de uranio, fue quien puso voluntad y propuso medidas inmediatas, la Asamblea se hizo cargo ante la ausencia oficial. Lo recordamos.
Primero lo negaron, después lo confirmaron. Dijeron que no llegó al río, después dijeron que si. Dijeron que 15 mil litros era mentira, que no era tanto… terminaron siendo MILLONES DE LITROS DE AGUA CIAUNURADA. Lo recordamos.
Después, nada, una lucha contra el ocultamiento, contra la mentira, contra la manipulación, contra la traición, cada día, todos los días. Lo recordamos.
Vinieron más derrames, más mentiras, más manipulación, más derrames, más ausencias. Lo recordamos.
Fuimos diez mil en la plaza. Lo recordamos.
No vino nadie. Lo recordamos.
Fuimos a San Juan capital y no nos recibió ningún funcionario. Llevamos miles de firmas y no les importó. Fuimos otra vez, caminando, y nada, nada, solo la casa de gobierno militarizada. Lo recordamos.
Desde hace dos años nos tratan como delincuentes que hay que vigilar, nos espían, y son casi parte del paisaje las fuerzas especiales de seguridad. Lo sabemos.
Nos hemos convertido en un problema para quienes ejercen el poder político. Lo sabemos.
Están esperando el momento oportuno para “levantarnos”, el pedido de algunos funcionarios es ya casi un grito desesperado para que eso ocurra. Lo sabemos.
Pero también sabemos que nos asiste la verdad, que cada argumento que esgrimimos y cada injusticia que señalamos tiene el peso de lo inapelable.
Sabemos que todo el mundo sabe, y sabe porque “los de la carpa” investigan, buscan, gritan, piden, exigen y patalean. Por eso se saben las cosas, si no fuera por eso todo estaría más oculto.
Hace dos años nos cambió la vida y todos lo sabemos.
El cianuro llegó varias veces a nuestro río, y todos lo sabemos-
Y es cianuro, lo sabemos, y sabemos lo que eso significa.
Sin embargo, el gobierno actual, igual que el anterior, tanto el Provincial como el Nacional y el patético gobierno departamental, siguen imponiendo a la megaminería como centro de su accionar. No les importa que el modelo haya fracasado, que haga daño, que corrompa.
No les importa que haya pueblos que estén en riesgo. No les importa nuestra opinión. NO nos dejan votar. Esconden datos. Dicen que el agua está bien, pero compran agua mineral.
El agua está afectada en varios lugares y nos mienten en la cara y con los análisis en la mano, y quieren seguir.
Quieren meternos en la cabeza, a la fuerza, que no tenemos otra alternativa. Y quieren hacerlo a toda costa, incluso metiéndose en cada institución, hasta en las escuelas.
Nos enfrentan entre hermanos.
Y ahí está la cosa, no solo NO remedian el daño causado, sino que quieren seguir volando montañas y bañando la roca triturada con millones de litros de agua y toneladas de cianuro, y pretenden que creamos que no pasa nada.
Si pasa, ya pasó, y varias veces.
A dos años del primer derrame conocido, Asamblea Jáchal No Se Toca repudia el accionar gubernamental que opera como una verdadera corporación al servicio del saqueo y la contaminación. Que Dios y la Patria se los demande.
A dos años de que el pueblo jachallero pudo ver la verdad, Asamblea Jáchal No Se Toca ratifica su exigencia basada en la ley, en la lógica y en el derecho humano: CIERRE, REMEDIACIÓN Y PROHIBICIÓN.