Otro septiembre esperando…
Esperando que nuestros gobernantes no nos engañen, que les hagan cumplir la ley también a los poderosos. Porque siempre hacen lo más fácil, caen con todo el rigor de la ley sobre los más débiles, sobre el Pueblo indefenso y vulnerable, y no sobre las multinacionales. Es más, están dispuestos a violar y modificar leyes para protegerle los intereses desalmados a las corporaciones extractivistas.
Basta con recordar que la Declaración de Impacto Ambiental y el Plan Operativo para el Monitoreo y Mantenimiento del Sistema de Lixiviación en Valle, establecen que el nivel de cota del Área de Almacenamiento de Solución Rica nunca debe sobrepasar el nivel de alerta roja de 3.927 metros sobre el nivel del mar (msnm). Sin embargo, desde el día 17 de agosto de 2015, la cota superó los 3.930 msnm. Por eso, el día 12 de septiembre de 2015 se produjo el deslice del Terraplén del Sistema de Lixiviación en Valle que provocó el gran derrame de solución rica, con cianuro y mercurio, sobre el río Potrerillos. Luego sobre el río Las Taguas, después sobre el río La Palca y, finalmente, sobre el río Blanco y el río Jáchal. Es decir que el nivel de la solución rica en el dique del valle de lixiviación tenía casi 4 metros más de lo permitido cuando se produjo el gran derrame. ESA fue la verdadera causa del derrame, el deslice del Terraplén o paredón del dique de solución rica, y no la rotura de una válvula en una cañería que llevaba solución pobre (agua cianurada sin mercurio). La diferencia es brutal.
Esa forma de trabajar riesgosamente ya había sido denunciada, pero la encubrieron.
El derrame se produjo por la ambición irresponsable de la empresa, combinada con la complicidad del gobierno y su descontrol.
Una vez ocurrido el gran derrame el 12 y 13 de septiembre de 2015, Barrick y Gioja intentaron ocultarlo, pero la información se filtró y el Pueblo de Jáchal se enteró.
El día 14 de septiembre Barrick sacó un comunicado oficial en donde mintió al decir que no hubo contaminación en los ríos, también mintió, al decir que eran versiones infundadas, y mintió con la versión de la válvula. Mientras que Gioja salió a decir que él estaba dispuesto a tomar agua del río Jáchal, pero nunca se acercó al río Jáchal y ni siquiera vino a dar la cara ante el Pueblo, se borró. Sí, el actual presidente nacional del Partido Justicialista nunca se hizo cargo de la contaminación con mercurio de la cuenca del río Jáchal.
Hubo también varios cómplices más, que ahora no vale la pena mencionar, que intentaron ocultar la verdad al Pueblo, porque la traición tiene muchas caras. Pero la verdad tiene una sola, y tarde o temprano aparece.
Después de este gran derrame hubo muchos más, confirmados por el mercurio en exceso detectado en la cuenca del río Jáchal. Pero ninguno de nuestros gobernantes quiere hacer cumplir las leyes, prefieren seguir manteniendo la gran mentira y el gran saqueo, y con ello la gran contaminación. No se quiere hacer cumplir el Código de Minería Nacional, ni la Ley General del Ambiente, ni la Ley de Residuos Peligrosos, ni la Ley de Glaciares.
Nosotros seguimos esperando que se haga justicia.
Mientras tanto, rogamos que el próximo Presidente se ponga los pantalones largos y así ponga de pie a la Argentina, que no siga los consejos de los vendepatria que lo van a rodear, porque lo único que va a lograr arrodillándose ante las multinacionales extractivistas, es condenar al Pueblo a la contaminación crónica, haciendo permanente la sumisión y la miseria. No hay lugar en el mundo donde se haya hecho megaminería que haya salido de la pobreza. Se sigue siendo tanto o más pobre, además de contaminados y divididos. Esa es su gran estrategia para arrasar con las áreas y los Pueblos marcados para el sacrificio.
El que venga, deberá elegir entre hacer cumplir la ley o violarla, entre gobernar para los intereses del Pueblo o ser el cipayo de turno.