Jáchal no se toca

Asamblea Jáchal no se toca

La Perversión de los Codiciosos no tiene límites

San José de Jáchal fue fundada en 1.751 a orillas del Río Jáchal, rodeado de buenas tierras de cultivo, alrededor de la vieja capillita levantada en el sitio donde quiso quedarse la imagen de San José. Con un halo de milagro y leyenda, dice la historia que el animal que trasladaba la imágen del santo cuando le cargaban la misma se echaba, y que cuando bajaban esa sagrada carga del animal, éste se movilizaba sin problemas, hasta que volvían a cargar a San José, y el animal volvía a echarse.

Con la fundación de Jáchal empezó a funcionar una vasta jurisdicción, que no dependía del gobierno de San Juan, y abarcaba Pampa Vieja, Agua Negra, Niquivil, Tucunuco, Paslean, Rodeo, Guañizuil, Tudcum, Colangüil, Calingasta y Bermejo. De esta forma Jáchal, por muchos años, fue par de San Juan de la Frontera, con igual rango y con un amplio territorio propio autosostenible.

Este atrevimiento parece que nunca fue perdonado por el gobierno de San Juan, que en sucesivas gestiones conspiró contra esa autonomía. A tal punto que ahora el gobernador Sergio Mauricio Uñac está obstinado en terminar de condenar a Jáchal al sacrificio con el megaproyecto minero Josemaría. Como un personaje de cuento, rencoroso y malintencionado que cada vez que puede hace sufrir a su hijo adoptado a la fuerza. Porque es así, en Jáchal siempre sentimos que el gobierno de San Juan nos tuvo que aceptar forzadamente.

Véase las diferencias en el trato.
En Pocito, en donde vive Uñac, se inauguró un hospital nuevo que fue construido en dos años y medio, se inauguró un parque industrial que en 2019 ya tenía 9 empresas dedicadas a la fabricación de dulces y conservas, cartón corrugado, calzados de seguridad y ropa de trabajo, metalúrgicas y fabricación de premoldeados.
En Pocito se iba instalar una megacementera de Loma Negra, pero como el Pueblo de Pocito se opuso para proteger la actividad agrícola y agroindustrial, entonces el gobierno de San Juan aceptó la voluntad popular. Hasta el Ministro de Ambiente Juan Cabandié vino a San Juan hace dos semanas para colocar la piedra basal de una fábrica de paneles solares fotovoltaicos en Pocito que dará cientos de puestos de trabajo.
Que lindo.

En contraposición, a Jáchal nunca le llegó el gas natural prometido por diversos gobiernos, inclusive por el mismo Uñac hace varios años.
Se cerró la única fábrica de dulces y conservas...y se perdió otra.
Se destruyó el matadero municipal, clave para la producción ganadera.
Se inauguró un parque industrial fantasma...que no alberga más que yuyos.
Nunca se construyó la red de riego.
No hay electricidad industrial.
Somos potencia turística y no figuramos en el mapa.
El gobierno declaró a Jáchal Zona Franca sin mover un dedo para ponerla en funcionamiento y generar trabajo genuino.
Y podemos seguir enumerando las obras inconclusas en Jáchal, como el hospital nuevo que se tendría que haber inaugurado en Julio de 2018, y que ni siquiera por la pandemia se le dio prioridad para terminarlo.
De yapa, a los jachalleros nos negaron dos consultas populares en los últimos cinco años. No quieren escucharnos.
Todo esto no es casual, es un PLAN GUBERNAMENTAL PERVERSO para que el pueblo de Jáchal acepte sin protestar la megaminería. Que entreguemos el territorio para que lo exploten quebrados por el hambre y la ceguera que nos impusieron con sus muros de mentiras.
No generaron ni una sola fuente de trabajo genuina y sustentable, esa es la perversión para con los jachalleros, hacer que pasemos hambre intencionalmente.

El proyecto Josemaría nos dejará sin agua por dos motivos: los 100 millones de litros de agua que ocupará diariamente durante los 365 días del año, y por el agua de mañana que son los glaciares que destruirán para extraer cobre, oro y plata, entre otros metales más valiosos que se llevarán de contrabando.

Le pedimos al Ministro Cabandié que cumpla con su función como autoridad de aplicación del Inventario Nacional de Glaciares. Que haga aparecer los glaciares que existen y que serán destruidos por la empresa canadiense Lundin en el megaproyecto minero Josemaría y que el IANIGLA hizo desaparecer en dicho inventario, para hacerles el juego a las mineras canadienses. Le reclamamos que proteja esos glaciares como la Ley de Glaciares manda.

Al Ministro Cabandié le pedimos que cumpla la Ley de protección de Glaciares, y no la infrinja como lo hizo el Rabino Sergio Bergman que aprobó un inventario de glaciares hecho a la medida de las empresas como Barrick Gold o Lundin. Estamos seguros que los padres luchadores del actual Ministro nunca hubiesen permitido que las multinacionales mineras destruyan nuestras fuentes de agua y se condene a nuestro pueblo por ambición y codicia de las multinacionales y de sus necesarios cómplices locales.

Asamblea Jáchal No Se Toca
18 de mayo de 2021